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El expolio de los cañones de El Burrero
El hallazgo en 1963, por el vecino de Carrizal Tomás Cruz Alemán, en la playa de El Burrero de los restos de un antiguo velero de guerra supuso el primer acontecimiento arqueológico-submarino de todo el Archipiélago canario.
En su día se dio cuenta a la Comandancia de Marina de Las Palmas del hallazgo de trece cañones de tres metros de largo, así como gruesas cadenas y ruedas marinas encontradas a escasos metros de la playa y a tres metros de profundidad.
Ese mismo año fue extraído por un camión remolque del Ejército del Aire uno de los cañones, quizás el más completo, que fue enviado al Museo Naval de Madrid.
Seis años más tarde (1968) el que fuera investigador y canariólogo Vicente Sánchez Araña (para su propio beneficio) mandó a sacar el resto de los cañones para su exposición en su museo ubicado en el casco de Santa Lucía de Tirajana. Sánchez Araña manifestó ese mismo año que los cañones del Burrero formarían parte de su museo, después de haber sido limpiados de su deterioro por al mar y que ofrecería los cañones "a mi isla, al archipiélago canario y al territorio nacional, en este pedazo de rincón de Santa Lucía y tras estos muros de mi museo quedarán resguardados de manos profanas..." (¡).
Difícilmente se sabe el origen de aquel antiguo velero, así como la procedencia de los cañones. Una hipótesis es que pudo zozobrar o hundirse por el mal tiempo en esta playa. Se baraja que tal hundimiento fue entre los siglos XV y XVI, donde esta Isla fue una de las rutas hacia América de navegantes, descubridores y piratas de la época.
Hace más de una década (1990), una plataforma de vecinos de Carrizal de Ingenio, amparada por cientos de firmas, pidió a la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias la recuperación de las piezas de los cañones extraídas en la playa de El Burrero al objeto de hacer "un monumento público conmemorativo en dicha playa con los cañones como protagonistas".
La Consejería de Cultura del Gobierno Canario, ante tal petición ciudadana, mostró en su día el interés de los vecinos de Carrizal de Ingenio, ya que se reconocía que ..."los cañones del Burrero son patrimonio de todos y no de un particular".
En iguales circunstancias lo ha pedido al Ayuntamiento de Ingenio, para recuperarlos, recibiendo como respuesta resultados negativos.
Increíble pero cierto, a cerca de 40 años de su descubrimiento y 33 de su ubicación en el museo de Santa Lucía, tanto el Ayuntamiento de la Villa de Ingenio, como los mas afectados, los vecinos, de Carrizal, piden a los organismos competentes la devolución de lo que se consideran un "expolio al patrimonio arqueológico submarino de su litoral costero".
Conviene recordar, a los que no lo saben, que el expolio es un delito contemplado en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias.
Antonio Estupiñán Sánchez.
Carrizal de Ingenio (Gran Canaria)