¿ES REALMENTE NECESARIA LA CIRCUNVALACIÓN?

Francisco Hernández Viera En los dos núcleos poblacionales principales del Municipio de Ingenio, esto es, en Ingenio y Carrizal, venimos sufriendo de un tiempo a esta parte un enorme problema con el tráfico. Para solucionar este problema que, por otra parte, sufren la mayoría de las poblaciones de la isla debido al incremento de vehículos de los últimos años, se ha optado por la solución más sencilla, la más cómoda. Una solución que, en mi opinión, no servirá únicamente para causar otros problemas.
Lo fácil es decir: “si hay más coches, hagamos más carreteras”. Lo fácil es no plantear ninguna solución dentro de los cascos urbanos, al contrario, para que el problema se agudice y el tema de la circunvalación pase a ser una demanda popular.
En mi opinión, desde el Ayuntamiento se está intentando entorpecer todo lo que sean soluciones de pequeña escala, se está intentando agudizar el problema para que luego, una obra mastodóntica como va a ser la Circunvalación Carrizal-Ingenio-Agüimes, no sea mal vista por ningún sector.
No entro a valorar si la circunvalación solucionaría el problema del tráfico, no soy un técnico, ni creo que el Ayuntamiento disponga de los técnicos adecuados para ello. Es más, no creo que los técnicos del Ayuntamiento sean los más objetivos a la hora de analizar el problema.
Existen una serie de soluciones alternativas al problema, pero creo que el tema va encaminado al encargo de una super-infraestructura como es la circunvalación, con todo lo que conlleva de propaganda política y de comisiones a recibir, que, como las meigas, nadie las ha visto, “pero haberlas... haylas”.
Yo no digo que las soluciones alternativas que propone Alternativa Vecinal de Ingenio (AVIN) sean el ungüento que cure todas las heridas. Sólo digo que quizás sea conveniente estudiarlas y ver su viabilidad antes de gastarnos tropecientos millones de pesetas en una monstruosidad carretera que atraviesa tres barrancos y parte al municipio en dos. Una obra que evita (algunos dirán: ¡por fin!) la fusión de los cascos poblacionales de Ingenio y Carrizal. Una obra para la que habrán de construirse dos enormes estructuras de hormigón para atravesar el Barranco de los Aromeros y otras dos para atravesar los Barrancos de Ingenio y Guayadeque.
¿Se imaginan lo que puede costar un viaducto que atraviese el Barranco de Guayadeque desde El Mondragón hasta el casco de Agüimes? ¿Se imaginan el impacto ambiental que supondrá?
¿No sería quizás menos traumático adecentar las diferentes vías que ya existen entre Carrizal e Ingenio y entre Las Majoreras e Ingenio? De esta forma se fragmentaría el flujo de tráfico que ha de pasar por Carrizal para llegar a Ingenio.
¿No sería mejor intentar reordenar el tráfico en los núcleos urbanos para descongestionar los puntos conflictivos?
¿No sería más sano concienciar a la población de que se utilizara menos el coche particular y se caminara más? ¿O fomentar el uso de los transportes públicos? A mí también me resulta más cómodo ir en coche a todos lados, pero quizá uno no piensa demasiado en lo que les vamos a dejar a nuestros hijos, que a este paso va a ser un paisaje plagado de carreteras, asfalto y hormigón.
Les planteo un reto. Coger un día unas buenas zapatillas y una botella de agua y a caminar. Para empezar, váyanse a Las Majoreras hagan a pie el recorrido que tendría la Circunvalación Carrizal-Ingenio-Agüimes. Se darán cuenta de los maravillosos lugares que van a desaparecer bajo el alquitrán. Se podrán imaginar perfectamente el enorme estropicio que la circunvalación va a causar en el escaso espacio natural que posee el municipio. Yo les puedo asegurar que lo he hecho, y ciertamente, no creo que ahorrar cinco minutos de viaje entre Carrizal e Ingenio merezcan la pena a cambio de destrozar tres barrancos.
Se pueden plantear otras soluciones más imaginativas. En último caso, se pueden ver variantes de la circunvalación que causen menos daños. Pero, sinceramente, creo que el meollo de la cuestión radica en hacer un proyecto lo más caro posible, de forma que las comisiones y porcentajes de beneficios para ingenieros y constructores sean lo más amplios posibles. Ya saben... poderoso señor es Don Dinero.

 

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