MAYOR AEROPUERTO, MENOR RIQUEZA

Juan Ignacio Godoy Cazorla El aeropuerto actual tiene una capacidad para un volumen de pasajeros de 16 millones y realizando algunas mejoras técnicas se podría alcanzar los 23 millones. Analizando la evolución de pasajeros desde el año 1990 a 1997 se prevé (planteando una ecuación lineal para un problema no lineal) que el año 2018 se alcance la cifra de 17,5 millones de pasajeros. Si se cumpliera este incremento de pasajeros se pasaría de unos 544 habitantes por kilómetro cuadrado a unos 850 hab/km², que supondría más del doble de la densidad de población de uno de los países más poblados del planeta, como es Japón.

El Parlamento de Canarias aprobó el 18 de julio de 2001 la Ley de Medidas Urgentes en materia de Ordenación del Territorio y del Turismo de Canarias ("La Ley de Moratoria Turística"). Si los datos del primer párrafo se cumplieran, menuda actuación teatral y tomadura de pelo realizaron ese día los políticos al pueblo canario.

Es evidente que un aumento de pasajeros y, por consiguiente, un aumento de la densidad de población, como el que predicen los que justifican la construcción de la tercera pista del Aeropuerto de Gran Canaria, supondría el deterioro de la ecología, del paisaje, del bienestar y tranquilidad de los habitantes de esta tierra, es decir, afectaría los pilares básicos de la primera industria de Canarias, el turismo. Cuantificar las predicciones del daño al turismo es imposible, lo que es evidente es que producirá incertidumbre e inestabilidad en el sector si la población de Canarias crece, como dicen los de la tercera pista. Todo los hechos históricos se han producido por razones económicas, y la construcción de la tercera pista no será la excepción. Pero ¿a quién beneficiará la construcción de la tercera pista si probablemente el aumento de la densidad de población afectará seriamente al turismo? El sector turístico, en este asunto, no es el que presiona a los políticos (aunque un empresario acusado de asuntos oscuros por Mauricio, que ha descubierto la pólvora en el sur, dice que nunca ha presionado a los políticos, será el único, porque presionar a los políticos lo hacen: trabajadores, empresarios, la Iglesia,… pero a todos no se les hace el mismo caso). El aumento tan espectacular de pasajeros no se lo cree nadie, más cuando algunas compañías aéreas están recortando sus vuelos a las islas (lo único que crece al infinito en este planeta, es la justicia norteamericana, llevada a cabo, no por jueces, sino por sus soldados profesionales). Tampoco beneficiará la construcción de la tercera pista a las cuatro mil personas de Ojos de Garza, a los trece mil de Carrizal, que tendrán que soportar niveles de ruidos tres veces superiores a los que aconsejan la Organización Mundial de la Salud, produciéndose alteraciones psíquicas y disminución en la capacidad de audición de los vecinos.

La construcción de la tercera pista obedece a uno de los principios del sistema económico que tenemos, basado en la concentración de capital en algunos pocos. Una vez que se haya realizado la obra, observando dónde se ha concentrado gran parte de esos miles de millones, sabremos quien presiona a los políticos en este asunto. En este asunto y en muchos otros, por ejemplo, la construcción de un viaducto que cruzará el protegido Barranco de Guayadeque, su realización no está justificada por el poco tráfico entre Ingenio y Agüimes, está basada en que cuesta mil millones. Otro ejemplo, la obra en la Playa del El Burrero no estaba justificada para el disfrute de los usuarios, la justificaba los cuatrocientos millones que costaba…

Los "poderes económicos", con sus marionetas que son algunos políticos, tratan a los ciudadanos como los faraones trataban a sus súbditos o esclavos impresionándolos con grandes obras, sin importarles los asuntos sociales. Ya va siendo hora de que dejemos las obras faraónicas y nos preocupemos por las personas, y no por caridad sino por solidaridad, porque a nuestro alrededor existen personas con verdaderas necesidades, trabajadores que trabajan más de ocho horas con sueldos ridículos… y en otras partes del planeta, miles de niños, ancianos y adultos también, mueren cada día sin que ningún gobierno de ningún país haga nada "infinito" para evitarlo.

 

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