Ingenio y Carrizal, dos formas distintas de hacer el Carnaval

	La cara y la cruz del carnaval se han vivido este año dentro de nuestro Municipio de Ingenio. Mientras el histórico carnaval de Ingenio ha dado serias muestras de decaimiento y desorganización, el joven carnaval de Carrizal se supera año tras año a todos los niveles, como organización, colorido y participación de los vecinos y vecinas que con sus disfraces llenan de alegría las calles del pueblo. Analizando las causas del por qué mientras una fiesta decae y la otra va adquiriendo gran renombre en toda la isla, pueden ser muchas. Entre éstas puede ser la ubicación entre semana de una y la del fin de semana de la otra, la no designación del Jueves como festivo en el Municipio, el no ofertar actividades atractivas y alternativas a los jóvenes , etc. Pero a nuestro juicio el papel de la organización es el que marca las diferencias entre una y otra fiesta. En Carrizal, los carnavales son organizados por el pueblo, a través del Patronato del Carnaval del Carrizal, fundado hace aproximadamente unos 17 años y conformado por personas que dedican su tiempo, su ilusión, su interés, incluso hasta su dinero para que estas fiestas las disfruten sus convecinos, los cuales saben reconocer y valorar este esfuerzo respondiendo con su presencia y participación activa. Por otro lado en Ingenio hace ya unos años que el todopoderoso partido socialista hizo desaparecer la entrañable Cofradía del Entierro de la Sardina y asumió todo el protagonismo en la organización del las principales fiestas del pueblo. Claro ejemplo de las últimas "chapuzas" realizadas han sido las desastrosas fiestas del Buen Suceso, La Candelaria y por último la del Entierro de la Sardina de Ingenio. La Concejalía de festejos dirigida por el Sr. Saulo Valerón, (que cuando no está ensayando con su grupo de música suele dejarse ver por su oficina municipal) se limita a utilizar el dinero de la subvención y a confeccionar programas de actos poco atractivos en los que cada vez participa menos gente. Ejemplo de ello han sido los fracasos de la presentación del Carnaval ( 50 asistentes aproximadamente) y de la verbena del sábado anterior al "Entierro" ( no había nadie). Además este año el comentario general ha sido la escasa participación de carnavaleros por las calles de Ingenio, que antaño rebosaba gentes venidas de todas partes para ver la famosa Sardina de Ingenio. Lamentablemente hoy somos pocos los que disfrutamos del "pegín" que el Ayuntamiento pasea por las calles. La reflexión está hecha y nos demuestra una vez más que las fiestas han sido, son y serán del pueblo y que funcionan cuando es el pueblo el que las organiza y pierden todo el encanto popular cuando son los políticos los que intentan meter sus manos donde no deben para sacar algo de popularidad o justificar sus más de dos mil Euros ( 300.000 pesetas) de sueldo. Pensamos que se hace necesario el incentivar por parte del Ayuntamiento a personas con interés e iniciativa para que vuelvan a relanzar los carnavales en Ingenio que de no ponerse remedio desaparecerán con la última Sardina.

La cara y la cruz del carnaval se han vivido este año dentro de nuestro Municipio de Ingenio. Mientras el histórico carnaval de Ingenio ha dado serias muestras de decaimiento y desorganización, el joven carnaval de Carrizal se supera año tras año a todos los niveles, como organización, colorido y participación de los vecinos y vecinas que con sus disfraces llenan de alegría las calles del pueblo.

Analizando las causas del por qué mientras una fiesta decae y la otra va adquiriendo gran renombre en toda la isla, pueden ser muchas. Entre éstas puede ser la ubicación entre semana de una y la del fin de semana de la otra, la no designación del Jueves como festivo en el Municipio, el no ofertar actividades atractivas y alternativas a los jóvenes , etc. Pero a nuestro juicio el papel de la organización es el que marca las diferencias entre una y otra fiesta.

En Carrizal, los carnavales son organizados por el pueblo, a través del Patronato del Carnaval del Carrizal, fundado hace aproximadamente unos 17 años y conformado por personas que dedican su tiempo, su ilusión, su interés, incluso hasta su dinero para que estas fiestas las disfruten sus convecinos, los cuales saben reconocer y valorar este esfuerzo respondiendo con su presencia y participación activa. Por otro lado en Ingenio hace ya unos años que el todopoderoso partido socialista hizo desaparecer la entrañable Cofradía del Entierro de la Sardina y asumió todo el protagonismo en la organización del las principales fiestas del pueblo. Claro ejemplo de las últimas "chapuzas" realizadas han sido las desastrosas fiestas del Buen Suceso, La Candelaria y por último la del Entierro de la Sardina de Ingenio.

La Concejalía de festejos dirigida por el Sr. Saulo Valerón, (que cuando no está ensayando con su grupo de música suele dejarse ver por su oficina municipal) se limita a utilizar el dinero de la subvención y a confeccionar programas de actos poco atractivos en los que cada vez participa menos gente. Ejemplo de ello han sido los fracasos de la presentación del Carnaval ( 50 asistentes aproximadamente) y de la verbena del sábado anterior al "Entierro" ( no había nadie). Además este año el comentario general ha sido la escasa participación de carnavaleros por las calles de Ingenio, que antaño rebosaba gentes venidas de todas partes para ver la famosa Sardina de Ingenio. Lamentablemente hoy somos pocos los que disfrutamos del "pegín" que el Ayuntamiento pasea por las calles.

La reflexión está hecha y nos demuestra una vez más que las fiestas han sido, son y serán del pueblo y que funcionan cuando es el pueblo el que las organiza y pierden todo el encanto popular cuando son los políticos los que intentan meter sus manos donde no deben para sacar algo de popularidad o justificar sus más de dos mil Euros ( 300.000 pesetas) de sueldo. Pensamos que se hace necesario el incentivar por parte del Ayuntamiento a personas con interés e iniciativa para que vuelvan a relanzar los carnavales en Ingenio que de no ponerse remedio desaparecerán con la última Sardina.