El PP se quedó solo

	En el pasado pleno del mes de febrero, y en tres ocasiones distintas durante la sesión, el PP de Ingenio se quedó solo y atrincherado frente al resto de los grupos de la corporación, por defender los postulados de su partido en Madrid, frente a intereses sociales y municipales. En primer lugar rechazó una moción presentada por Agrupa Sureste, en la que se apoyaba la sentencia de la Audiencia Nacional, en la que se reconoce el derecho de los funcionarios a percibir los incrementos salariales de los últimos años, desde que éstos fueron congelados por el Gobierno de Aznar. Todos apoyamos este tema y el PP se quedó solo. En segundo lugar rechazó una moción presentada por el PSOE, en la que se instaba al Defensor del Pueblo a que recurriese la Ley de Extranjería, por entender que ésta vulnera los más elementales derechos de asociación, de reunión o de sindicación de los inmigrantes (derechos garantizados por la Constitución Española). Todos apoyamos este tema y el PP se quedó solo. Y en tercer lugar se opuso a una moción presentada por AVIN, en la que se pedía la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Una Ley elaborada por el Gobierno del PP en la que se menosprecia la autonomía de las Corporaciones Locales, y se obliga a estas últimas a tener una relación de tutelaje respecto del Ministerio de Hacienda, para establecer sus operaciones económicas. Por ejemplo, para realizar una operación de crédito, además de las normativas y de los organismos fiscalizadores ya existentes, se necesitará el permiso del Ministerio, que valorará la operación, según dice la citada Ley, “en función de la rentabilidad económica de la inversión a realizar”. Todos apoyamos esta moción salvo el PP, que, no sólo votó en contra, sino que además, su portavoz y candidato a alcalde, se atrevió a decir que “compartía la filosofía de esta Ley”. Imaginemos por un momento a este pueblo con un alcalde que tenga como primer criterio la “rentabilidad económica”, a la hora de decidir dónde invertir el presupuesto municipal. ¿Qué “rentabilidad económica” tiene un Centro Sanitario? ¿O una Biblioteca? ¿O un Proyecto de Reinserción de Toxicómanos? ¿Qué “rentabilidad económica” tiene un Ciclo de Cine? ¿O un Centro de Día para Enfermos Mentales? ¿O una Residencia de Ancianos? Esta vez, los concejales del Grupo Popular no han podido resolver la contradicción que supone, por un lado, querer defender los intereses de Ingenio y, por otro, pertenecer al PP. Contradicción que esperemos sepan resolver con el tiempo. Por el bien de ellos, claro está, no por el de Ingenio, municipio en el que siempre han estado en el dique seco y que, como decimos por aquí “o mucho se viran las tornas, o a peor la mejoría”.

En el pasado pleno del mes de febrero, y en tres ocasiones distintas durante la sesión, el PP de Ingenio se quedó solo y atrincherado frente al resto de los grupos de la corporación, por defender los postulados de su partido en Madrid, frente a intereses sociales y municipales.
En primer lugar rechazó una moción presentada por Agrupa Sureste, en la que se apoyaba la sentencia de la Audiencia Nacional, en la que se reconoce el derecho de los funcionarios a percibir los incrementos salariales de los últimos años, desde que éstos fueron congelados por el Gobierno de Aznar. Todos apoyamos este tema y el PP se quedó solo.
En segundo lugar rechazó una moción presentada por el PSOE, en la que se instaba al Defensor del Pueblo a que recurriese la Ley de Extranjería, por entender que ésta vulnera los más elementales derechos de asociación, de reunión o de sindicación de los inmigrantes (derechos garantizados por la Constitución Española). Todos apoyamos este tema y el PP se quedó solo.
Y en tercer lugar se opuso a una moción presentada por AVIN, en la que se pedía la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Una Ley elaborada por el Gobierno del PP en la que se menosprecia la autonomía de las Corporaciones Locales, y se obliga a estas últimas a tener una relación de tutelaje respecto del Ministerio de Hacienda, para establecer sus operaciones económicas.
Por ejemplo, para realizar una operación de crédito, además de las normativas y de los organismos fiscalizadores ya existentes, se necesitará el permiso del Ministerio, que valorará la operación, según dice la citada Ley, “en función de la rentabilidad económica de la inversión a realizar”.
Todos apoyamos esta moción salvo el PP, que, no sólo votó en contra, sino que además, su portavoz y candidato a alcalde, se atrevió a decir que “compartía la filosofía de esta Ley”.
Imaginemos por un momento a este pueblo con un alcalde que tenga como primer criterio la “rentabilidad económica”, a la hora de decidir dónde invertir el presupuesto municipal. ¿Qué “rentabilidad económica” tiene un Centro Sanitario? ¿O una Biblioteca? ¿O un Proyecto de Reinserción de Toxicómanos? ¿Qué “rentabilidad económica” tiene un Ciclo de Cine? ¿O un Centro de Día para Enfermos Mentales? ¿O una Residencia de Ancianos?
Esta vez, los concejales del Grupo Popular no han podido resolver la contradicción que supone, por un lado, querer defender los intereses de Ingenio y, por otro, pertenecer al PP. Contradicción que esperemos sepan resolver con el tiempo. Por el bien de ellos, claro está, no por el de Ingenio, municipio en el que siempre han estado en el dique seco y que, como decimos por aquí “o mucho se viran las tornas, o a peor la mejoría”.